Gato estresado por su ambiente

¿Tu perro o gato está estresado? - Señales y soluciones

¿Has visto algún cambio en el comportamiento de tu mascota ahora último? ¿Quizás tu perro está más inquieto de lo normal o tu gato ya no esta usando su arenero? Al igual que nosotros los humanos, las mascotas también sufren de estrés, y es clave poder reconocer las señales de forma temprana para poder tomar medidas prontas.

¿Cómo saber si mi perro está estresado?

Los perros son expertos en comunicarse con nosotros, pero a veces no sabemos interpretar sus señales, lamentablemente. Un perro estresado puede mostrar muchos cambios significativos en su comportamiento normal. La señal más típica es el lamido de patas o cualquier otra parte del cuerpo, llegando incluso a dejarse "manchas" rojizas en su pelo.

También podrías ver que tu perro bosteza más de lo normal (a pesar de no tener sueño), se chupa los labios muy seguido, o agita el cuerpo como si estuviera mojado cuando está completamente seco. Todos estos son comportamientos que los perros ocupan para "calmarse" cuando están ansiosos.

Perro con estrés por su ambiente

¿Cómo expresan los gatos su estrés?

Los gatos, al contrario que los perros, son expertos en esconder su malestar y siempre mostrar que está todo bien, un instinto que viene de sus ancestros. Sin embargo, existen algunas señales claras que nos muestran cuando un gato está estresado. La más notoria es cuando dejan de usar su arenero y empiezan a hacer sus necesidades en otros lugares de la casa. Este cambio en el comportamiento no es de mala onda, es que efectivamente hay algo en el ambiente que les está causando ansiedad.

Otras señales incluyen el acicalamiento excesivo (lamerse las patitas y el cuerpo), que puede llevar a pérdidas de pelo en algunas zonas, o cambios en su apetito. Algunos gatos estresados comen más de lo normal, y otros dejan de comer casi por completo.

¿Qué causa el estrés en nuestras mascotas?

Las causas del estrés pueden variar mucho entre perros y gatos, pero hay algunos factores comunes:

  • Cambios en la rutina o el ambiente de la casa
  • Mudanzas o remodelaciones
  • Llegada de nuevos miembros a la familia (mascotas o humanos)
  • Ruidos fuertes o constantes
  • Falta de ejercicio o estimulación mental
  • Soledad prolongada
gato triste y estresado

Soluciones efectivas para el estrés en mascotas

La buena noticia es que existen varias maneras de ayudar a nuestras mascotas a manejar el estrés, la mayoría de ellas muy senciallas. Para los perros por ejemplo, el ejercicio es fundamental. Un perro cansado significa normalmente un perro feliz. Los juegos de olfato y los juguetes de estimulación mental también pueden ayudar mucho.

En el caso de los gatos, es crucial mantener su ambiente predecible y seguro. A los gatos les gusta lo que ya conocen. Asegúrate de que tengan lugares altos donde puedan observar su territorio y escondites donde puedan esconderse cuando se sientan abrumados. Los rascadores y juguetes interactivos también son buenos para reducir el estrés.

Para ambas especies, mantener rutinas constantes es clave. Las mascotas se sienten más seguras cuando pueden predecir cuándo comerán, jugarán o saldrán a pasear.

¿Cuándo debo consultar a un veterinario?

Si notas que los cambios de comportamiento son severos o persistentes, es importante buscar ayuda profesional. Un médico veterinario podrá descartar causas médicas y, si es necesario, recomendar tratamientos específicos o derivar a un especialista en comportamiento animal. Existe una especialidad que se encarga de estos casos.

La etología clínica para perros y gatos

La etología clínica es la rama de la veterinaria que se encarga de tratar los casos de desórdenes de comportamiento en animales. Desde marcajes con orina a problemas de convivencia, como también cambios de casa. Todo puede ser tratado desde el ámbito clínico veterinario. Puedes informarte más aquí acerca de nuestra consulta a domicilio con la especialista en etología clínica felina.

El estrés prolongado puede afectar significativamente la salud de nuestras mascotas, por lo que es crucial abordarlo a tiempo. Recuerda que cada animal es único, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La clave está en observar, ser paciente y consistente con las soluciones que implementemos.

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